Este trabajo hizo un pequeño repaso por la historia de los títulos de crédito. Empezando por Griffith (lo que nos sirvió para subrayar la diferencia con los intertítulos), pasando por Saul Bass y llegando hasta nuestros días con Kyle Cooper y los míticos créditos de Seven que acompañaban a la perfección el espíritu del filme, adelantándonos la atmósfera en la que nos íbamos a sumergir. Por cierto, Cooper también es el autor de los créditos de dos videojuegos de culto como las entregas dos y tres de Metal Gear Solid. Ciertos directores tienden a la sobriedad, tal vez tratando de evitar los efectismos, es por ejemplo el caso de Woody Allen y sus célebres créditos con fondo negro, letra blanca y música de jazz.
Una debilidad personal son los de otra película de Fincher,El club de la lucha, aunque no le salieron baratos. Los 800.000 dólares gastados en ellos fueron un regalo de la productora por ceñirse correctamente al presupuesto, de otro modo, el director se habría tenido que conformar con algo más modesto. Los estudios encargados (Digital Domain) realizaron un trabajo espectacular conduciéndonos por el cerebro de Edward Norton en un viaje trepidante (también en este caso se trata de una pista sobre lo que nos encontraremos en la película).
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o que dan de si os títulos de crédito!!!
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